Neurociencias

La Neurociencia, el estudio multidisciplinar del sistema nervioso, puede contribuir a diferentes aspectos de la salud mental infantil. En primer lugar porque el correcto desarrollo del sistema nervioso del niño es una condición sine qua non para la salud mental del niño. La neurociencia estudia, entre otros, los factores que controlan el desarrollo cerebral tanto en la época prenatal como tras el nacimiento. En la primera infancia, el cerebro es extraordinariamente plástico, lo que determina el enorme potencial del niño en aspectos tales como la psicomotricidad, el lenguaje, la cognición y la emoción. Al mismo tiempo, esta plasticidad supone un riesgo, si las condiciones en que se desarrolla el niño son inadecuadas. Los estudios neurobiológicos en seres humanos y en animales experimentales permiten caracterizar estos riesgos para proteger al niño de los efectos deletéreos de distintas formas de estrés, incluido el provocado por desatención o maltrato, así como del uso de fármacos neuroactivos durante la infancia. Igualmente, la neurociencia está analizando el efecto saludable de la estimulación sensorial y emocional precoz. 

Por último, la maduración cerebral no es sincrónica. Determinados sistemas cerebrales maduran antes que otros. Por ejemplo, nadie tiene recuerdos de sus tres primeros años de vida. Sin embargo, sí que poseemos algunas memorias implícitas (inconscientes) que son generadas por sistemas cerebrales de maduración muy temprana, como por ejemplo el cerebro emocional. El estudio de estas memorias y de su impacto en la salud mental del niño (y del adulto que será) es uno de los objetos de análisis de la neurociencia. En la última década, los neurocientíficos están intentando diseñar herramientas terapéuticas para modular las memorias traumáticas que amenazan la salud mental, muchas de las cuales tienen su raíz en experiencias muy tempranas.