Ginecología

El ginecólogo/a es el médico al que las mujeres o parejas consultan desde antes de la concepción, otorgándole un saber sobre el proceso que las llevará a la maternidad. 

La mayoría de los sistemas públicos y privados de Salud dan poco tiempo por consulta y permiten la derivación a Salud Mental pero no entrenan a los nuevos ginecólogos para escuchar, y en su caso, derivar correctamente al psicólogo o psiquiatra y no fomentan la presencia de psicólogos clínicos en los servicios de Ginecología. Disminuye la morbimortalidad pero aumentan los juicios por malapraxis.

 Así sólo se promueve la medicación psicofarmacológica, siendo las matronas y las enfermeras especializadas las proveedoras del acompañamiento no sólo emocional sino también clínico de las embarazadas, parturientas y puérperas.

La Salud Mental Perinatal e Infantil, con espíritu preventivo, requiere  equipos multidisciplinarios donde cada uno desde su papel aprenda de las experiencias y de los saberes de los demás, así respetar la subjetividad, la cultura y la integridad de la nueva familia que viene a la consulta aunque sólo esté físicamente presente la gestante .

Las Sociedades como WAIMH – ASMI o ISPOG- Sección Psicosomática de la SEGO proponen ámbitos interdisciplinarios (también con los pediatras y enfermeras  neonatales) de enseñanza mutua y reflexión para recuperar la satisfacción profesional, colaborar mejor con los otros profesionales del equipo de asistencia perinatal y no reducir la actuación al protocolo.

El ginecólogo puede participar en la Salud Mental Perinatal escuchando adecuadamente la demanda de las gestantes, sosteniendo una relación que, paralelamente al control de la gestación y al tratamiento de sus patologías, minimice los miedos, contextualice el valor real de los estudios diagnósticos y respete el plan de parto deseado, o si no es posible explique adecuadamente las intervenciones obstétricas, siempre dirigidas a restablecer o apoyar  el singular vínculo madre – hijo, en su dimensión integral orgánica, simbólica e imaginaria, o biopsicosocial, que comienza incluso antes de la gestación.